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El Concejo Deliberante de Ushuaia sancionó por unanimidad una ordenanza que establece un sistema de multas progresivas para quienes dañen el mobiliario urbano, con especial foco en las garitas de colectivo. La iniciativa, impulsada por el concejal Nicolás Pelloli (PJ), busca disuadir las acciones vandálicas mediante sanciones económicas sustanciales, pero también ofrece una alternativa de reparación voluntaria para los infractores.
El edil explicó el principio fundamental de la norma, destacando que el objetivo no es recaudar, sino promover la responsabilidad ciudadana. «La idea no son fines recaudatorios, sino que entre todos cuidemos nuestro espacio, que entre todos podamos resguardar algo que nos sale caro absolutamente a todos los vecinos y vecinas», argumentó Pelloli, quien además sintetizó la esencia de la medida: «El que rompe paga, o ‘hijo rompe, papá paga’, bueno, lo mismo».
El mecanismo contempla que el infractor pueda redimirse reparando el daño causado, evitando así el pago de la multa. «La multa va escalando desde los $100 mil, teniendo en cuenta lo que define la jueza de faltas», detalló el concejal, y aclaró: «Si vos solucionaste lo que rompiste, si lo dejaste como estaba antes, no se te cobre la multa y puedas evitar esto». De este modo, la herramienta combina la disuasión con un incentivo para la reparación directa de los perjuicios.
Escrito por Jorge Federico Gomez
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